El estudio revolucionario sobre redes de sabores desafía las nociones tradicionales del foodpairing. Analizando 56,000 recetas, revela que mientras las cocinas occidentales siguen principios de sabores similares, las del sur de Europa y Asia oriental prefieren contrastes. Esto abre nuevas posibilidades para la innovación culinaria y desafía la idea del foodpairing como principio universal.